orría el año 1863 cuando, en el laboratorio de la Escuela de Minas de la fría ciudad de Freiberg, el químico de 64 años Ferdinand Reich buscaba trazas de talio en una muestra de mineral de zinc extraído de las minas de Himmelsfürst, situadas apenas a doce kilómetros de esa pequeña ciudad sajona. La ciudad de Freiberg fue fundada en 1186 y ha sido desde entonces un centro de la industria de explotación minera. Su universidad, especializada en minería y creada en 1765, es la universidad de metalurgia y minas más antigua del mundo. Por sus aulas pasaron, entre otros, Goethe, Novalis y Alexander von Humboldt. Novalis, de hecho, acabó siendo inspector de las minas de sal de Weissenfels. Quizás esto explique el hecho de que muchas de las escenas de su transcurran dentro de minas o versen
