omo la abeja imperial que inspira la fascinante colección de Chaumet, Alex Rivière-Sieber (Barcelona, 1992) es sinónimo de orden, de trabajo bien hecho, de éxito, de equilibrio, de constancia y, como las joyas con las que brilla para ELLE (brazaletes de oro pulido a espejo con celdas finamente forjadas, colgantes con símbolos naturalistas y anillos con movimiento), desde hace cinco años, ambas mantienen una relación de amor absoluto en la que la fidelidad (otra de las virtudes de Alex) manda. «Soy una persona muy leal a los míos, no hay nada más importante para mí que mi familia y mis amigos. A veces peco de ser extremadamente independiente, pero las personas a las que quiero saben que estoy ahí para lo que necesiten. También soy muy luchadora a la hora de perseguir todo lo que me propongo. Nunca veo sacrificios en el trabajo, sino escalones que me acercan a mis sueños y objetivos». Y entre las metas de esta modelo ocasional e influyente creadora de contenido (a través de su cuenta de Instagram , con más de un millón de seguidores) estaba llegar a ser la exitosa mujer emprendedora que es, con dos empresas a su cargo: el centro creativo Rivi Studio y la firma de moda Alex Rivière Studio. «Para mí es una herramienta profesional, no es mi estilo de vida. Disfruto de mi trabajo y de la estética, pero considero esta red social un canal excelente para mostrar mis proyectos y conectar con el mundo. No vivo para una foto». Una comunicación a través de la que muestra un glamuroso y relajado universo que parece directamente salido de un libro de Slim Aarons, con que reflejan ese perfecto equilibro entre masculino y femenino y donde también tienen cabida sofisticadas imágenes junto a su gran amor, su marido Christian Sieber. «Para mí significa ese maravilloso nudo en el estómago por alguien que quieres. Es sinónimo de respeto, apoyo, cariño y protección incondicional. Cuando es de verdad, jamás perece. Mi otro gran amor siempre será mi padre». Y es por eso que su dedo meñique aparece las 24 horas decorado con un sello familiar, regalo de su padre en su 26 cumpleaños, el último que pasaron juntos. «Es de un valor incalculable para mí». Junto a esta pieza sentimental, Alex lleva siempre sus anillos de casada y de compromiso, y una pulsera de Chaumet en oro blanco y pavé de diamantes –como las que iluminan esta sesión– con guiños hexagonales y silueta flexible. «Las joyas me apasionan por su significado, ya que ellas mismas cuentan historias y te permiten llevar a personas queridas contigo. Por eso creo que, en todas las ocasiones, deben ir unidas a un sentido, ya sea un obsequio de un ser querido por un momento especial en tu vida, o que te las regales tú misma como recompensa o para marcar un de tu existencia». ¿Su próximo hito que quizá venga acompañado de joya? «La apertura de la primera tienda/ de mi firma de ropa en Madrid».
TU GRAN AMOR
May 17, 2024
2 minutos
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos