l símbolo de Núremberg era un bostezo”, escribió Rebecca West. La novelista británica había viajado como corresponsal a los juicios de Núremberg en busca de grandes noticias y aventuras, pero la única aventura que encontró fue amorosa, con uno de (1961), sino un proceso largo y extremadamente tedioso. Casi un año de interminables sesiones llenas de tecnicismos y de largas tandas de preguntas, muchas veces incomprensibles a causa de los problemas de la novedosa tecnología de la traducción simultánea.
Escritores en Núremberg
May 15, 2024
1 minuto
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