Las épocas cambiaron. Hace años, los especialistas concentraban toda su preocupación en el desarrollo motor de los n iños. En este sentido, se recomendaba únicamente fortalecer los músculos de los pequeños.
Pero en la actualidad, más de un especialist a comprende que la tarea de ser padres plantea un nuevo desafío: educar y estim ular íntegramente al niño para permitirle ser un adulto capaz y equilibrado, aunque sin caer en la tentación de tomarlo como una hoja en blanco en la que se puede escribir a nuestro antojo.
El tacto
■ Al amamantarlo, bañarlo, vestirlo y jugar con él, cada toque debe ser una caricia. Está probado científicamente querecién nacidos gustan de texturas suaves como los ositos de peluche o ropas satinadas, su mayor placer es sentir el contacto de la piel humana. ■ Hay varios ejercicios para estimular el tacto. Por ejemplo, ofrecer al bebé objetos diversos como cubos, pelotas y otros, para que comience a experimentar con formas y materiales distintos. ■ Permitile trepar y explorar espacios de la casa cuidándolo, pero sin interferir innecesariamente su búsqueda.