LA GUERRA MARÍTIMA

El siempre prudente , defendió la necesidad de no involucrarse en la guerra europea, especialmente después de, a su vez, defendía el apoyo a Austria con la intención de debilitar a Francia, mientras que se mostraba partidario de un acercamiento a Prusia. La controversia no se solucionó hasta la caída de Walpole en febrero de 1742, lo que significó el triunfo de los partidarios de la lucha contra Francia y España, encabezados desde ese momento por  , en su papel de flamante secretario de Estado. Fue él quien denunció cualquier tipo de entendimiento con el gobierno de para a continuación proponer una política hannoveriana para presionar a Francia mientras que por el tratado de Westminster con Federico II se estableció una alianza defensiva entre Inglaterra y Prusia.