Comenzaste tu carrera en teatro. ¿Cómo influyó esa experiencia en tu desarrollo como actriz?
Creo que es un cliché, pero es muy cierto: el teatro es un estímulo vivo todo el tiempo. Comenzar en este ámbito me permitió enfrentar errores y accidentes, como caerme de las escaleras en mi primera obra profesional, que me dio herramientas para resolver en escena. Esta experiencia y la conexión emocional con el público me brindaron habilidades valiosas para trabajar frente a la cámara, manteniendo la seguridad y sobre todo, la atención emocional.