¿Qué te llevó a interesarte por la arquitectura?
Las materias que más me habían interesado antes de llegar a la universidad fueron el dibujo, la historia del arte, las matemáticas y la biología. Me pareció que la arquitectura podría ser una buena síntesis y me lancé a ello motivado ingenuamente por una visión épica del construir que, afortunadamente, la escuela se ocupó de sustituir rápidamente por una visión más humanística y comprometida.
¿Cómo describirías tu estilo arquitectónico?
Además de intuitivo y preciso a la vez, es pragmático y comprometido con las sensibilidades del presente. Muy atento a las personas y sin olvidar la composición y el lenguaje. Aunque cada caso es diferente y hemos construido con una gran variedad de recursos, hay algo permanente y reconocible en lo que hacemos que tiene que ver con una mezcla de sensibilidades locales y específicas de cada ejercicio, con una expansión de los temas de trabajo más allá de las condiciones inmediatas de los