Lo más parecido que tenemos en España a Taylor Swift es Aitana, una estrella del pop que canta, baila y compone sus temas a la que ejércitos de niñas quieren imitar y cuyos cambios de imagen se glosan en el telediario. Un fenómeno nacido de que en cinco años se ha convertido en la solista española (Disney+), e inmediatamente después rodó la comedia romántica que estrena ahora Netflix, dirigida por Patricia Font y coprotagonizada por Fernando Guallar, que encarna al vecino de Valentina (Aitana), un inventor de juegos que no soporta los ruidos, ni siquiera aunque los haga ella y suenen a Beethoven.
