LAS tranquilas vidas de la aristocracia (al menos de puertas para afuera) explotaron como una bomba con uno de los más grandes escándalos que se recuerdan en nuestro país. Ahora se cumplen 30 años del juicio a Rafael Medina y Fernández de Córdoba, anterior duque de Feria, por el que fue condenado a 18 años de cárcel por corrupción de menores, narcotráfico y secuestro. Aunque en 1998 el Tribunal Supremo rebajó la pena a nueve años y pudo salir de prisión tras cumplir cinco de ellos.
Él era hijo de la