SE TIENDE A LO PEQUEÑO

El tamaño de las cajas de los relojes de alta gama comenzó a empequeñecerse hará unos tres años, con que traen a la actualidad modelos de épocas pasadas (bastante más discretos que los 43 mm de diámetro que se popularizaron hace una década) y que parecían más propios de Arnold Schwarzenegger que del aficionado relojero medio. Y así seguirá siendo, previsiblemente, en 2024, pues las marcas fabricantes han tomado buena nota de las nuevas preferencias de los consumidores. Salvo excepciones, que para todo tiene que haber, lo que baje de 40 mm será bien recibido (y eso contribuirá a popularizar los relojes unisex o sin género). Los 36 mm ya no son y permiten que nadie se sienta excluido. También, qué duda cabe, resultan más elegantes. Algunas celebridades internacionales que marcan estilo están aupando esta tendencia, como el actor Timothée Chalamet (). Se ha aplicado, sobre todo, a relojes de vestir, por lo que aún queda recorrido para que ejemplares de buceo y con complicaciones, por ejemplo, adopten nuevas hechuras más moderadas y juiciosas.