Veinte años después de su primer lanzamiento, se reactiva con la llegada de ocho nuevos modelos que presentan algunos de los códigos lucen ahora las líneas del (mimbre), símbolo eterno de Dior. Grafismos microtexturados que magnifican la esfera y la masa oscilante de los movimientos automáticos que impulsan estas creaciones. Desde el Sellita SW300 para la versión tres agujas en caja de 38 mm., un calibre estéticamente reelaborado con la masa oscilante decorada con el cannage Dior y acabados del puente más refinados, a la versión de 41 mm equipada con el movimiento de cronógrafo El Primero 400 de Zenith. Por último, Dior Horlogerie ofrece dos modelos equipados con un calibre Tourbillon que conmemoran estos veinte años. Como remate, correas intercambiables en caucho o en cuero.
