ESTA MUESTRA evoca la opacidad generada por un eclipse total de sol que, lejos de ser negrura, es más una luz baja en la que la silueta y otras texturas cobran vida para ver un poco más allá del brillo y el encandilamiento solar.
Como una suerte de portal, Sarabia nos ofrece un espacio en el que podemos imaginar, 2003), ha seguido apareciendo de una forma u otra en su obra: la potencia de la imaginación y del deseo para proyectar el futuro. A través de una estructura arquitectónica que nos incita a volver al centro de las cosas en forma de capilla, Sarabia nos comparte su interés por saberes ancestrales y alquímicos, o místicos. Principalmente, se cifra en el reconocimiento del pasado y del trayecto como punto de partida y como transición a otro sitio, o bien a otros lugares, a la visión que escapa a ratos del presente pero que ilumina el conocimiento, el honor y la voluntad.