El conjunto está concebido volumétricamente por dos escuadras encontradas, la primera con una sucesión de vanos y altas columnas, abierta a la vegetación circundante, y la segunda, por largos salones cuyos ventanales replican el ritmo de las columnas exteriores. Mientras estos módulos funcionan como talleres y espacios de exposición, también se encuentran las áreas habitacionales, donde en “celdas-dormitorio” se aloja a artistas en residencia. La edificación es una obra atemporal, con influencias tanto prehispánicas como clásicas. Una abstracción de la arquitectura de las grandes haciendas henequeneras del siglo XIX, algunas en ruinas y cuyos muros aún muestran huellas del tiempo y se pueblan de vegetación y vida. En esta entrevista, el artista nos habla del espacio creado sobre espejos de agua, la naturaleza y los cielos yucatecos.
“SE HA CONVERTIDO MÁS EN UN ESPACIO EN DONDE VENGO A REFLEXIONAR SOBRE IDEAS Y A RESOLVER COSAS