Si bien es cierto que el mercado del arte continúa bajo dominio masculino, una mayor incidencia de la mujer ha dado lugar a propuestas artísticas nunca antes vistas que reflejan la creatividad, fuerza y sensibilidad que caracteriza a estas mujeres.
En ocasiones, sus obras son un instrumento de crítica o protesta ante la discriminación histórica de la que han sido objeto, no solo en el ámbito profesional, sino en cada uno de los aspectos de su vida. En otras, se trata de un homenaje a la feminidad y a las miles de mujeres opacadas por una sociedad predominantemente dominada por el hombre.