on más de 25 años a sus espaldas en el sector de la medicina estética sin cirugía, la doctora Ródenas siempre se ha caracterizado por su incesante afán de estar a la última en tratamientos y tecnología innovadora. La medicina regenerativa es hoy su principal apuesta para ralentizar la vejez. Esta especialización de la medicina incluye todos los procedimientos médicos que no implican nunca será joven, será una persona mayor con la piel estirada, puesto que no se rejuvenece la piel, sino que se corta y se estira. La cirugía no da resultados naturales. Hace treinta años no existía nada más que eso, pero ahora cada año salen nuevas tecnologías que ralentizan el envejecimiento. Ahora mismo, yo apuesto por la medicina regenerativa. En estimular un tejido para que se rejuvenezca desde sus células. La tecnología punta y los últimos productos que han salido al mercado van por ahí. Yo colaboro mucho con IBSA Profhilo, que es un bioregenerador aprobado por la FDA (la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos). Con inyecciones de profilo no sólo se estimula el colágeno, se estimulan todas las células para que haya células jóvenes nuevas y el tejido se regenere. Esto es el futuro en medicina estética. La clave está en trabajar para la gente como si fueras su médico de cabecera. De este modo, puedes realizar un diagnóstico personalizado, prever la evolución de los tejidos y recomendar técnicas específicas para retrasar la vejez. La medicina es individual y así como cada persona es única, su tratamiento también debe serlo. Emface es una tecnología electromagnética que únicamente estimula el nervio de los músculos a partir del campo magnético que se genera. En este caso, hablamos de los músculos de la cara. Emface está formado por unas pegatinas que han tardado tres años en diseñar y sólo estimulan los tres músculos elevadores de la mejilla y el músculo frontal de la frente. De este modo logramos que los músculos hagan un efecto y tensor que levante la ceja y luzca más los ojos. La ventaja es que esta técnica es más natural, menos agresiva y sin efectos secundarios. El inconveniente es que el equipo es tan caro, que poca gente se atreve a apostar por esta tecnología. Si se empieza a tener un poco de flacidez facial, lo mejor es probar primero Emface y después ya se verá si hace falta botox. Así nos quitamos de encima un montón de pinchazos y de efectos secundarios, porque todo lo que pinchas deja huella y genera una microfibrosis. Esto, a la larga, después de muchos años de pinchazos, produce cambios en el tejido y a veces no son transformaciones tan bonitas como desearíamos. Por eso vemos muchas caras hinchadas y abotargadas. Llega un momento en el que se estropean los linfáticos de la cara, y ya no hay vuelta atrás porque son unos vasitos microscópicos que colapsan. Claro. Hay aspectos que se pueden tratar y otros que no tanto. Lo importante es empezar a cuidarse cuando tienes algo de edad y al igual que se tiene un médico de cabecera para la medicina general básica, también te puedes buscar un médico estético de cabecera que visitar anualmente.
"LA MEDICINA REGENERATIVA ES EL FUTURO EN ESTÉTICA"
Feb 20, 2024
2 minutos
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