Grandes modelos de lenguaje, aprendizaje profundo, visión de máquinas… el reciente bum de la inteligencia artificial (IA) ha inundado nuestro léxico de términos que suenan endiabladamente complejos para los oídos poco expertos. Y, por si fuera poco, los líderes de la industria no dejan de insistir en que las empresas que no apuesten por la IA están condenadas a desaparecer.
En este apocalíptico contexto de falta de conocimientos tecnológicos que se suma a la, fundador de la empresa de software de IA y experto en captación de clientes.