CONDUCIR UN VW GOLF NO SUELE CONSIDERARSE nada especial, pero este del que te hablamos aquí, un Variant Mk VII del año 2018, es bastante extraordinario.
El coche es más bien sobrio, lo curioso es que en origen estuvo propulsado por un motor 1.6 TDI. Eso fue durante sus primeros 150.000 kilómetros aproximadamente. Pero ahora, sin embargo, es un motor eléctrico de 117 kW (157 CV) el que impulsa el eje delantero. El depósito de gasolina se ha retirado y en su lugar (además de en el maletero) se ha montado el paquete de baterías.
Esta genialidad es obra de la alemana e-Revolt, una joven empresa que conocí en el pasado Salón del Automóvil de Múnich y que se ha propuesto fomentar la electromovilidad sin necesidad poner nuevos coches en la carretera, sino haciéndola asequible para el gran público, ya que los conductores no tendrían que cambiar de coche, porque si la fórmula que ellos proponen se populariza, los coches usados pasarán de usar gasolina o gasóleo como combustible a la electricidad. Y el cambio de una propulsión a la otra se realiza en un solo día de taller.