os series de televisión bastaron para que Hunter Doohan (Arkansas, 1994) diera un gran salto y se convirtiera en un actor conocido al que Fendi invita a sus desfiles. El salto fue grande: de extra habitual a actor secundario o con el que los protagonistas interactuaban solo una vez (también lo fue en ) y a ser el hijo de Bryan Cranston durante diez episodios y de hecho coprotagonista en . De allí, solo un año después, se convirtió en el compañero de Jenna Ortega en , la serie de Netflix creada por Tim Burton. Y si en era un niño que se metió en grandes problemas, golpeó y mató a otra persona, que llevaba a su padre, un inflexible juez, a, y que tiene un lado oscuro, muy oscuro. El tipo de éxito instantáneo y planetario que uno puede tener con series como en una plataforma como Netflix es de los que experimentan pocas personas.
