Ahora ven Gaza desde lejos, pronto la verán desde dentro. La orden llegará”. Estas palabras del ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, son uno de los múltiples augurios sobre la gran batalla urbana que se espera en ese territorio palestino desde los atentados de Hamas del 7 de octubre. No es solo una amenaza de este político hebreo, sino que analistas de todo el mundo auguran un combate así.
La guerra urbana no es extraña para el Tsahal (acrónimo en hebreo de las Fuerzas de Defensa de Israel), ya que ha librado combates urbanos desde 1948. Pero en la lucha casa por casa es donde ha tenido que afrontar algunos de sus mayores desafíos en estos setenta y cinco años de conflictos con sus vecinos árabes.
Ciertamente, estas dificultades no son exclusivas de las tropas israelíes. La historia militar demuestra que en una batalla urbana las diferencias entre los ejércitos se reducen: el atacante no puede aprovechar sus ventajas tecnológicas, el terreno favorece al defensor, las bajas pueden ser muy numerosas… En este sentido, solo hay que ver los casos recientes de los asaltos a los bastiones del Estado Islámico en Mosul o Raqa. Además de esta idea general, repasar los enfrentamientos urbanos del ejército hebreo