Apunto de cumplir 86 años –soplará las velas el 30 de noviembre–, Ridley Scott (South Shields, Inglaterra, 1937) no solo mantiene un ritmo febril detrás de las cámaras, cuando no hay huelgas de por medio que paralicen la industria, también lo hace delante de la webcam que lo conecta con FOTOGRAMAS una tarde de mediados de octubre. Nos atiende desde su residencia en Francia, a la que acaba de llegar desde el festival de Londres donde ha presentado su último trabajo: Napoleón, más un retrato del personaje detrás de la figura histórica que un biopic épico, que lo ha reunido, 20 años después de Gladiator (2000), con Joaquin Phoenix. Me llegó casi por accidente, cuenta de un proyecto con el que empezó a trabajar el mismo día que rodó la claqueta final de El último duelo (2021), pero la fascinación viene de lejos. Incluso de antes de que Los duelistas (1977), glamourScott derrocha energía, contesta con un discurso rápido puntuado con gestos firmes. Más que responder, parece que ordene. Como si fuera un general. afirma.
