Distrito de Khujirt (Mongolia). En una fría mañana, Chimegdulam Khangainuruu, de 37 años, y su marido Ganbaatar Davaasuren se levantan en cuanto los primeros rayos del sol llegan a las colinas que rodean el río Mukhdag. Tras engullir un cuenco de tsuivan —un plato tradicional a base de fideos, patatas y carne seca— se toman un momento para jugar con su hija de dos años, Ariunbileg. Como cualquier otro día, pronto tendrán que desafiar los vientos gélidos para cuidar de sus animales.
Tanto Khangainuruu como Davaasuren, apodados "Bukhuu", han vivido siempre en la provincia de Uvurkhangai, en Mongolia Central. Al igual que sus antepasados, nacieron y se criaron como pastores, creciendo entre rebaños de ovejas, cabras, vacas, yaks y caballos. Después de revisar el ganado, Bukhuu tendrá que ir a buscar leña al bosque cercano, mientras que Khangainuruu reunirá a las cabras para la tarea más importante del año: su peinado. Esos animales pronto producirán uno