“Tienes algo que no aparecía en tus estudios pasados”, alertó el doctor a Daniela Romo el 30 de octubre de 2011. La cantante estaba por vivir una pesadilla de siete meses que, a sus entonces 52 años, nunca imaginó. Como ya era costumbre, acudió a practicarse una mas-tografía; esa vez, la tardanza del resultado la inquietó; la recomendación del médico aún más: “Busca un oncólogo. Tienes un tu-mor de grado tres en el seno izquierdo. Es grave”. “Me pasaron tantas cosas por la cabeza, tantos panoramas distintos y desconocidos, que ni lloré, ¡me quedé helada! Fue inevitable relacionar la palabra cáncer con ‘¡Me voy a morir!’, aún antes de asustarme y gritar. Le dije al médico: ‘Opérame ahorita. Tú produce y dirige. Yo actúo. No voy a luchar contra él; voy a abrazarlo y lo voy a vivir’. No quería conmiseraciones, quería salir adelante; no sabía si lo iba a lograr o no, eso no lo sabes hasta que avanzas en el camino. Ser práctica me ayudó en mi tratamiento, te das cuenta de que posees una fuerza interior que jamás imaginaste y con la que debes darle un sentido a la enfermedad. Me sometí a todos los análisis, el 4
“EL CÁNCER DE MAMA ya no es sinónimo de muerte”
Oct 09, 2023
7 minutos
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