‘LA RESIDENCIA’: UN, DOS, TRES… GRITE OTRA VEZ
Chicho Ibáñez Serrador revolucionó la televisión española en los años 70 y 80, gracias fundamentalmente al Pero hizo lo propio con el terror: la serie y sus dos únicos largometrajes, ysiguen siendo reivindicadostenía suficientes elementos para incomodar, en aquel cada vez más lejano 1969. La enfermiza trama, una joven llega a un internado para señoritas donde nada es lo que parece, mezclaba horror y un erotismo más sugerido que real, que levantaba la voz ante la represión franquista.