rimero fue la toxina botulínica (más conocida como bótox), luego el ácido hialurónico, actualmente vivimos el de la hidroxiapatita cálcica y en los próximos años todo parece indicar que oiremos, leeremos y experimentaremos las bondades de los exosomas. Es más, los expertos aseguran que es el futuro de la medicina regenerativa. ¿Por qué? "Estamos entrando en la era de la 'singularidad' dónde los avances tecnológicos están basados en la genética, la robótica y la nanotecnología", asegura Jaime Tufet, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). ¿Y qué papel juegan en todo esto los exosomas? "Gracias a la nanotecnología, podemos hacer penetrar 20 billones de exosomas en dermis. Son 'la bomba atómica' de la regeneración, en sentido positivo. Estamos hablando de evitar la inyección de sustancias 'extrañas'). Para entenderlo, quédate con este símil: son como un cartero que lleva en su mochila millones de cartas con mucha información. Y, como dice el doctor Vázquez, son importantes, precisamente, por la información que llevan dentro. ¿El qué? "Lípidos (grasas), proteínas, ARN, miRNAs (micro-ARNS), información genética y señales moleculares para que las células diana reciban el mensaje de lo que tienen que hacer", cuenta el Dr. Vázquez. "Lo más importante es que contienen las capacidades fundamentales de las células madre y material regenerativo esencial para transmitir señales a las células que necesitan repararse", añade Virtudes Ruiz, cirujana y médico estético. Otra cosa que las hace particularmente especiales es su tamaño: entre 30 y 150 nanómetros. Para que te hagas una idea: "Son tan pequeñas como un retrovirus", compara este experto. Y algo más, se encuentran de forma natural en nuestro organismo: en la sangre, la orina, el líquido articular sinovial, el líquido cefalorraquídeo, la saliva y el líquido amniótico.
