Es curioso observar cómo una serie de televisión de los ochenta que dio pie a una saga de películas, convive actualmente con su también exitoso remake televisivo, que nos permite ver al mismo personaje, en origen, con dos facetas muy distintas. Aquí nos encontramos con Denzel Washington volviendo a la carga como Robert McCall, el exagente de la CIA que ahora busca la paz en un pequeño pueblo de la costa de Amalfi, en Italia. Cuando un grupo mafioso intenta aprovecharse de los más débiles del lugar, McCall deberá volver a la violencia que había dejado atrás para igualar las cosas. Recordemos que Equalizer en inglés significa también “empate”, más o menos, lo que indica muy a las claras el trabajo de McCall, hacer que el marcador esté igualado entre los poderosos y los que no pueden defenderse.
Antoine Fuqua, quien ha trabajado con Washington en , o las dos entregas anteriores de la franquicia, empieza hablándonos de por qué situar. Creo que es importante hacerlo. Siempre parece existir esa vieja fábula de Hollywood de que las películas protagonizadas por personajes afroamericanos tienen que suceder en Estados Unidos, y yo nunca he creído en eso. Quería situar a Denzel, que es una estrella internacional, en una localización internacional”, dice el cineasta.