os que nos leéis, gracias amigos, sabéis cuanto nos cuesta utilizar anglicismos en estas páginas. No porque estemos en contra, sólo porque encontramos palabras muy bellas en nuestra lengua, que nosotros bautizaremos como la decoración sin prisa. En este tiempo tan rápido, en el que nos devora "lo siguiente", desde rompemos una lanza por la reflexión, por la duda y por la decisión placenteramente lenta, aplicada a la casa en nuestro caso. Igual que no podemos hacer de golpe una colección interesante, ni una biblioteca se compra por el color de los lomos, la deco valiosa exige lo suyo, esto es, horas para perder buscando esa tela, meses sin encontrar nada pero con el radar encendido ante la pieza que sintonice con nuestro imaginario, años para que tome pátina la madera del suelo... El resultado, que no el final pues esta deco no termina nunca, será distinto a otros que se repiten en las pantallas. Mezclará tus recuerdos con tus deseos, seguro que hay algo roto y que no quieres arreglar y algo que brilla siempre desde donde lo colocaste definitivamente, es un trabajo precioso y constante que se convierte en una de tus actitudes de vida.Y a vuelta con las palabras, jugaremos a llamarlo literalmente "tu mundo interior" pues será en estos interiores donde más disfrutes contigo mismo de todas tus decisiones estéticas. Con esta actitud relajada y sonriente, damos la bienvenida al otoño, que pase cómodo y sin presiones, que se deje sentir con placidez en vuestra casa.
