A COMIENZOS DE TEMPORA-DA, ALLÁ POR MARZO, escribí en esta sección antes de que el primer Gran Premio de Fórmula 1 diese el banderazo de salida. Eran momentos de euforia disparada tras el buen rendimiento de Aston Martin en los test de pretemporada, que representaban un dato objetivo, sin duda alguna.
Dato que venía acompañado de una subjetiva campaña sobre la victoria 33, lanzada por el propio Alonso con la socarronería que le empieza a caracterizar cuando se manifiesta en redes sociales y comprada (y amplificada al máximo) por su corte de seguidores, entre loslos que tienen altavoz mediático en medios de comunicación.