esde hace 20 años, Dior Prestige se ha comprometido en ofrecer la máxima experiencia para invertir los signos del paso del tiempo. En esta búsqueda extraordinaria se inscribe como una poderosa vuelta a los orígenes: de la fuente de la edad a la fuente de. La ciencia Dior ha identificado un desencadenante, universal y silencioso, de la edad: el glioxal. Este factor de estrés, presente en la piel y en el medioambiente, está en el origen de un mecanismo fundamental del envejecimiento: la senescencia celular. Una célula senescente pierde su capacidad óptima de funcionamiento y de proliferación. Con la edad, las células senescentes se acumulan en el corazón de la piel impidiendo su correcto funcionamiento y propagando el mensaje nocivo del envejecimiento. Por primera vez se puede trazar la firma molecular de esta senescencia: esta red de 152 moléculas nocivas comunica el mensaje de la edad a las células circundantes. Este camino al envejecimiento intercelular causa una propagación generalizada del fenómeno de senescencia. De esta forma, las tres dimensiones del envejecimiento cutáneo se intensifican: estructura de la piel, textura y color. Los investigadores de la han estudiado el potencial de las primeras yemas de la Rose de Granville, que posee una resiliencia y un poder de vida fuera de lo común. Una vuelta a los orígenes cuando la Rose de Granville florece por primera vez, en primavera en Normandía, ahí donde la historia de Dior Prestige comenzó. Una sola vez al año, entre el momento en el que el invierno desaparece y despierta la primavera; un día único para atrapar las yemas en el apogeo de su vitalidad… Tan solo una hora para recolectar a mano con el mayor de los mimos y la precisión más extrema, las primeras yemas. Únicas y efímeras, las yemas son dos veces más concentradas en factores regenerantes que las flores de la Rose de Granville. Un poder tan notable como fugaz.
ATRAPAR LO EFÍMERO
Aug 21, 2023
2 minutos
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