EN UN MOMENTO EN EL QUE MUCHOS NOS CUESTIONAN Y SE PREGUNTAN POR QUÉ SEGUIMOS DEMANDANDO LO QUE NOS HACE IGUALES, LA MODA NOS ARMA PARA AFRONTAR LA BATALLA.
Vaquero, sobre vaquero, sobre vaquero, sobre. La vuelta de los años 2000 ha traído consigo el protagonismo de un tejido que temporada tras temporada está presente en armarios y colecciones, pero en esta ocasión, además de torturarnos con el de la aparición de Britney Spears y Justin Timberlake sobre la alfombra roja de los American Music Awards de 2001 cogidos de la mano, antes de que fuéramos conscientes de todas las meteduras de pata de este muchachín a lo largo de los años y de que pidiéramos la libertad de la princesa del pop, también ha tomado el control de pasarelas como la de Chanel, en la imagen, Blumarine y, por supuesto, Diesel, una de las marcas que más se ha beneficiado del regreso de las tendencias que conquistaron el comienzo del siglo XXI. Sin embargo, y a pesar de ser una de las modas que parece más sencilla llevar, siempre que combinamos prendas vaqueras hacemos funambulismo con un riesgo mucho mayor, y peor, que el de caer al vacío: la posibilidad de parecer el criminal más temido de la interestatal de Wisconsin. Sí, aquel que seguro que viste en la enésima emisión de la tercera temporada de y que tiene un documental en Netflix que reza "basado en hechos reales" como mejor aval ante la crítica. Las , que según dicen al final en pantalla no fueron tantas, se quedan cortas ante las opciones que ofrece el aparentemente humilde y regio , una alternativa en la que siempre es buena idea apoyarse para crear más casuales y más elevados y que una estación más seguirá invadiendo nuestros estilismos en forma de vestidos, los clásicos , faldas largas, botas altas e incluso gargantillas en forma de flor que esperemos que no sean de un día.