Su nombre real es Zelma Cherem, pero fue en medio de la búsqueda de su propio espacio en la pantalla chica y de un duro proceso de aceptación que la artista se burló de sí misma haciéndose llamar Curvy Zelma. Desde ese entonces su vida cambió, dejó de ser la “gordita” que se torturaba por su imagen y pasó a ser una estrella con su propio programa en TV Azteca.
“Cumplí 32 años el, y ese ha sido mi mejor regalo de cumpleaños. Para mí, ser conductora de este proyecto tan grande en TV Azteca representa un gran logro porque me dejan ser libre, como soy, una mujer curvilínea, de talla grande en la televisión, porque sabemos que hasta la fecha se batalla para eso, por lo que estoy muy contenta. Quiero que cuando las personas me vean físicamente en el programa digan: ‘Si ella puede, yo también’; quiero que se den cuenta de que más allá de un cuerpo, lo que vale es la calidad de seres humanos que somos, que no se limiten, que se atrevan a vivir sus sueños, y que la forma de su cuerpo nunca sea un impedimento”, expresó.