Cuando salió la primera película de Misión imposible, Hayley Atwell te-nía 14 años y Pom Klementieff sólo 10. En ese entonces Tom Cruise no sabía que produciría una franquicia que duraría 27 años (y que seguirá vi-gente), y estas dos actrices europeas apenas soñaban con aparecer en algún filme o en obras de teatro.
Ahora que Hayley y Pom coincidieron en el set de la espectacular cinta Misión imposible: Sentencia mortal, parte 1, nos damos cuenta de que sus orígenes no podían ser más distintos.
Pom es modelo y actriz, hija de padre francés y madre coreana, y por el trabajo de su papá (quien era diplomático) viajó mucho durante sus primeros años de vida y cultivó una especie de “alma gitana”, como ella misma define. Por