l último que emprendimos rumbo a la Puerta de las Estrellas, al menos en una sala de cine, se remonta a casi cuatro décadas. Fue en 1984, con . Para muchos, uno de los mayores sacrilegios cinematográficos jamás perpetrados. ¿Quién se creía Peter Hyams como para arrogarse la legitimidad de continuar con la obra maestra de Stanley Kubrick? Aquella indignación inicial ha dado paso a cierto reconocimiento. Porque era un suicidio
2061, Odisea Tres
Jul 01, 2023
3 minutos
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos