@AlbertoLloretPM
Dicen que, a medida que nos hacemos mayores, tendemos a idealizar el pasado, a que todo nos parezca peor que antes. A medida que pasan los días y me acerco a los 50, estoy más convencido de ello. Eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor es verdad. Prueba irrefutable de ello la tenemos, la serie de HBO. En 2013, cuando se lanzó el juego, nadie se llevó las manos a la cabeza, o por lo menos no de manera tan sonora, por que hubiera un personaje gay o un DLC centrado en el primer beso de Ellie con una chica (que a mí, personalmente, me pareció más flojo que el juego). La serie sólo ha necesitado llegar al tercer capítulo para que las cavernas abran de par en par sus puertas y una caterva de cromañones deje claro que Bella Ramsey es un orco (habría que verlos a ellos) o que el tercero ha sido el peor capítulo de la historia de la televisión. No por alterar y desarrollar una parte de la historia que no se ve en el juego, sino por poner el foco en la relación homosexual de Bill y Frank. En el juego, se menciona, pero Frank aparece muerto, y eso ha dado alas a los guionistas para cambiar y desarrollar esa parte de la historia. Y a mí me ha encantado. Será la edad, el contexto en el que he crecido o el bagaje cultural que arrastro, pero no me parecen ni una pérdida de tiempo, ni los 60 peores minutos de la serie ni parte de la agenda "progre", como he llegado a leer. Que si "la abuela fuma chinos en papel de aluminio". El demonio, vaya.