¿Existe realmente?
“Yo creo bastante en la suerte. Y he constatado que, cuanto más duro trabajo, más suerte tengo.”
(Thomas Jefferson)
No nos referimos a la ley de la atracción que se refiere a las relaciones de pareja, sino a ese otro enfoque incluido dentro del campo del desarrollo personal que en los últimos años ha tenido tanto éxito. Consiste en pensar, por ejemplo, que la suerte nos va a acompañar en nuestros proyectos.
Desear algo con mucha intensidad, con optimismo y confianza, esperando que de ese modo todos esos objetivos ansiados se cumplan.
Estas ideas, expresadas del modo más sencillo posible, darían forma al concepto tan conocido de la “ley de la atracción”, según el cual, determinadas ondas de energía articulan su influencia en beneficio propio.