a está en España y hasta nos ha dado unas pastas, a la prensa, desde el coche, de parte de la bebé de la que ella es abuela que es mamá. Ya conocen ustedes el asunto. A la vemos muy contenta, y a Anita también, aunque no la hayamos visto, de momento. A uno estos contentos le parecen muy bien, obviamente, lo que pasa es que me queda de fondo la tristeza de cierto reparo: la criatura ha venido a un mundo donde quedará huérfana demasiado pronto, aunque Obregón cumpla muchísimos años, que desde luego queremos que los cumpla. Dicho de otro modo. Tampoco nos pone muy contentos que la abuela piense antes en su vida que en la de la criatura, porque a los niños no sólo hay que traerlos al mundo sino darles en ese mundo, además, una información, una formación, una compañía, en fin. Tiempo hace falta para eso. Salvo este reparo, pues nada, que Obregón ha vuelto a nacer, según dice. Pues claro. Sólo que nacer, lo que se dice nacer, no ha nacido ella.
Yo opino
Jun 07, 2023
1 minuto
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