NO DIRêA QUE estoy obsesionada con las noticias, pero me notaba saturada: tiroteos masivos, la guerra de Ucrania, ciclogénesis explosivas, olas de calor, variantes del covid, la bacteria comecarne, y eso sin olvidarnos de la agresividad política y de todas las historias que rodearon las elecciones de mitad de legislatura de 2022 en EEUU. Parecía que todo iba a explotar (otra vez) a finales del año pasado. Veía tantas historias y tuits y refrescaba tanto los feeds, que apenas estaba presente en la vida real y todo lo que la compone: el trabajo, la familia y los amigos. Creía que descansar de las noticias durante un mes me ayudaría a bajar los niveles de estrés, reducir la ansiedad y hacerme estar menos descentrada en general.
Algunos investigadores han estado analizando el efecto que el consumo de noticias tiene en la salud