Una rápida consulta en internet nos informa de que anoxia (o hipoxia) es la pérdida de oxigenación del tejido cerebral. Cuando esto sucede, dependiendo de la duración del tiempo de hipoxia, la edad, la extensión y la difusión de la lesión, producirán secuelas de mayor o menor intensidad en el paciente. Esa es la palabra que eligió Miguel Ángel Hernández para una novela en la que reflexiona sobre cuál es nuestra relación con los muertos y cómo los recordamos, cómo vivimos el duelo tras perderlos y afrontamos el tiempo que nos queda por vivir.
«Al difunto trata de mirarlo solo por el visor.