Conseguir que una empresa siga en activo durante más de una década es una tarea de lo más compleja. De forma habitual, el número de compafñís que se mantienen operativas va descendiendo con el paso de los anñs, hasta reducirse al máximo pasado el siglo de vida. Salvo en el caso de Kongo Gumi, una constructora japonesa que tiene casi 1.500 años.
Fundada en el año 578 por en Japón, la