En 2009, Andrea Legarreta detalló a TVyNovelas cómo se dio la relación con Erik Rubín, que en principio fue complicada:
“Viví una etapa y uno de sus amigos, Rafa Villafañe, me dijo: ‘Andrea, ¿cómo ves que este güey dice que vas a ser la madre de sus hijos? Conocí a muchos chavos que pintaban para ser el príncipe azul, pero se convertían en sapos. Una vez le dije: ‘Tú fuiste sapo al principio, y te me convertiste en príncipe’. Un día fuimos a cenar y me dijo: ‘Yo sé que estás sintiendo lo mismo que yo’, y así fue. Cuando vi a Erik era una etapa en la que no quería saber nada de nadie, él fue un aliviane en mi vida. No fue una historia de amor, fue de esas personas que conoces y vienen a darte un alivio, a desconectarte del pasado… Se volvió una unión increíble, me enamoré perdidamente de él, y él también de mí. No sé qué pase mañana, pero digo que cuando muera,quiero que esparzan m is cenizas en el mar de Tres Vidas, Guerrero, porque después del nacimiento de mis hijas, el de mi boda ha sido el día más feliz de mi vida”.