Desde muy joven mostró asombrosas cualidades para el dibujo y fue su tío, el pintor Antonio López Torres, quien, al observar su facilidad para este arte, animó a Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936) a que estudiara Bellas Artes. Cogió su primer pincel a los 13 años, demostrando un talento que ha paseado por el mundo participando en numerosas exposiciones colectivas y siendo protagonista de varias muestras individuales de gran éxito, entre las que sobresalen las realizadas en la Staempfli Gallery de Nueva York en 1965 y 1968 y en la Marlborough Gallery (Nueva York y Londres en 1986). Entre los premios más destacados se encuentran el Príncipe de Asturias de las Artes (1985) y el Velázquez de las Artes Plásticas (2006).
Trabajador infatigable, a sus 87 años sigue desarrollando nuevos proyectos, trabajando actualmente en más de 100 obras a la vez. Para entender la temática de su obra y el proceso de creación del pintor manchego nos hemos trasladado a su casa- estudio de Madrid, donde nos recibe en una habitación en la que resaltan los recuerdos fotográficos, dibujos, esculturas, libros…
Usted se inició muy joven en la pintura. ¿Cuándo descubrió que sería su modo de vida?
Para quienes nos iniciamos en la pintura nuestro sueño
