Especial Nieve Rolls-Royce Ice Drive en Noruega
regalo-sorpresa que no esperábamos este año y después de venir del Dakar. Así que muy rápido, vuelo con Lufthansa desde Madrid-Adolfo Suárez con destino a Frankfurt y de ahí, otro Lufthansa al aeropuerto de Oslo-Gardermoen. De maleta, apreski al estilo St. Moritz, equipo de nieve capaz de soportar los casi 20 grados bajo cero, botas térmicas que no fuesen con clavos para no arañar moquetas y cueros de los coches –nosotros, zapatos americanos en ante– y algo imprescindible, dos pares de guantes para una experiencia que no estaba en el programa. En otros viajes ha habido consenso de redacción, pero aquí saqué mi condición de jefe, mis estrellas de editor y nadie se atrevió a decir: “voy yo… o a mí no me importaría ir, que yo conduzco muy bien los RR sobre hielo”. Era la primera vez de la Era Moderna, que la fábrica de Goodwood realizaba algo así para sus clientes y prensa especializada. Pero la realidad es que había dos hindús invitados que no pudieron ir al test en hielo y, por suerte y sin esperarlo, nos llamaron a nosotros, al ser una publicación y web internacional de estilo de vida del automóvil. Una experiencia para saber qué sienten los clientes de lacada puesto o comida, ni ayudante de cámara, ni la más loca gastronomía internacional. Todo un delirio de grandeza en una marca donde el máximo lujo es habitual.