Un café bajo el azul cielo de Mallorca. Dos extraordinarias artistas junto a una misma mesa. Un diálogo, más que una entrevista, a dos. Para Marina, su búsqueda espiritual, su obra y su vida entera es su arte. Su determinación a explorar los límites del cuerpo mismo a través del dolor y la fatiga es asombrosa. Para ella, la performance es un acto chamánico, un acto donde la energía vital liberada exorciza el alma. Para Rossy, el arte es también su razón de ser… y de existir. Ingenio, talento, sabiduría y temperamento. Arrulladas por la poesía del tránsito de la vida, se sientan frente a frente para dejarse fluir…
ROSSY DE PALMA: Mi querida Marinita, quería preguntarte sobre este mundo loco, loco en el que vivimos, pero también sobre el amor, las mujeres, sobre tu próximo proyecto, sobre lo que te interesa, sobre lo que quieras…
MARINA ABRAMOVIĆ: Empecemos por algo que realmente, de verdad, me parece terrible, porque me encuentro en una situación muy injusta. He tenido que cambiar mis e-mails, mis tarjetas de crédito, he recibido amenazas…
RP: ¡No lo sabía!
MA: ‘Vamos a matarte –decían las amenazas–, vamos a quitarte el demonio de dentro…’. Incluso en alguna exposición, hay gente fuera con cruces en la calle. Acosan a amigos como tú…Y lo peor que me pasó fue hace dos años, cuando agentes del FBI fueron a mi casa para alertarme de un grupo de gente armada en Carolina del Norte que me amenazaba.
RP: Eso es realmente peligroso.
Sí, lo es. En Estados Unidos es una locura, todos tienen armas, pueden ir sin razón alguna y meterte