La hidratación y la nutrición de la piel son cuidados diarios prácticamente imprescindibles. La pérdida del equilibrio en el grado de humedad acelera su envejecimiento prematuro y la va volviendo frágil, arrugada y falta de luminosidad. En una piel deshidratada pueden aparecer, además, rojeces, irritaciones, escamas e incluso grietas.
Hidratar y nutrir
Por la noche, un buen tratamiento nutritivo que le procure el alimento que precisa para regenerarse ayuda a compensar las agresiones sufridas durante el día y las huellas propias de la