legre, equilibrada y llena de vitalidad. Hay más adjetivos que definen esta vivienda, pero el diccionario se puede quedar corto. La premisa de Mausha Marsá: "creamos espacios limpios, cálidos, confortables y funcionales; espacios con vida" queda más que patente en este proyecto, al que hay que sumar otras virtudes propias, como de los clientes que tenían una petición de aires nostálgicos: una chimenea para recordar su infancia en el norte de España. Precisamente, esa chimenea es la que organiza el gran salón-comedor. Ubicada en el centro -máximo protagonismo- se encastra en un módulo que delimita sin cerrar los distintos espacios: a un lado el comedor, al otro salón y biblioteca. Y en medio, grandes dosis de estilo con interesantes combinaciones de piezas clásicas y muebles heredados -los propietarios son grandes coleccionistas de antigüedades- y elementos actuales de diseño europeo. De repente, estalla un azul en forma de la butaca de Terje Ekstrom, que se enfrenta a un escritorio antiguo, o un arco iris en las divertidas mesas de café del siempre sorprendente Studio Superego, que reposan sobre la neutralidad de la alfombra, diseño del estudio y realizada por Cumellas. El diseño contemporáneo y el clásico se potencian mutuamente. Un basado en la calidad de los materiales. "Para el suelo utilizamos madera de roble natural que seleccionamos tabla a tabla para que todas tuvieran homogeneidad", explica Mausha Marsá. De roble natural también es el interesante trabajo de palillería que separa el hall del salón y crea efectistas juegos de luces y sombras, porque la casa se abrió a la luz. Ahora recorre todas las estancias y se multiplica con acertados ingenios deco. "La zona de comedor está revestida de espejos para ampliar más aún el espacio y el salón cuenta con un impresionante ventanal en esquina donde redujimos al máximo los perfiles de la carpintería exterior, para no tener obstáculos visuales y poder contemplar las vistas de Madrid", comenta. La iluminación artificial también está igual de estudiada para conseguir unos ambientes cálidos y acogedores. Lucía Buiza, interiorista del estudio y diseñadora de iluminación, utilizó focos empotrados, con el interior en dorado, que generan una luz muy cálida y acogedora, luz directa para luminar obras de arte y objetos decorativos e indirecta para zonificar. Mausha Marsá ha conseguido crear un ambiente coherente y sereno, donde antes había caos.
Es otra vida
Mar 01, 2023
2 minutos
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