EL 6 DE MARZO DE 2018 SE CUMPLIERON 80 AÑOS DEL HUNDIMIENTO DEL CRUCERO “BALEARES”, en el combate del Cabo de Palos, considerada la mayor batalla naval de la Guerra Civil española, que envió al fondo del mar a casi 800 hombres. Hasta principios de 1938 la flota gubernamental había demostrado una cierta falta de iniciativa, dejando el dominio del mar en manos de la flota franquista, muy inferior en número pero que utilizaba sus unidades con gran voluntad ofensiva y eficacia. Esta situación provocó un exceso de confianza en algunos de sus mandos, que estaban convencidos de la incapacidad técnica del adversario.
Sin embargo, esta situación en la Armada republicana había cambiado a finales de 1937 con la ayuda del comisario político de la flota Bruno Alonso, y con el nombramiento como jefe de la flota y jefe del Estado Mayor de la misma del Capitán de Corbeta, Luis González de Ubieta, quienes consiguieron restablecer la disciplina y mejorar la efectividad de la flota mediante un adiestramiento constante y eficaz.
LIMITACIONES
El crucero “Baleares”, gemelo del “Canarias”, era un crucero pesado tipo Washington construido en virtud del Tratado de Washington de limitación de armamentos. Fue diseñado por el ingeniero británico Watts con ciertas prescripciones de ingenieros navales españoles.
La protección blindada del buque resultaba un tanto escasa debido a las limitaciones que imponía el citado Tratado. Los ingenieros de las distintas naciones que diseñaron este tipo de buques se veían obligados a elegir entre armamento,