MADRID.- Mientras el nombre de Felipe Calderón sobrevuela en el juicio en Nueva York contra Genaro García Luna – su hombre clave en la “guerra contra el narco”, que fue política central de su sexenio (2006-2012)–, el expresidente de México prefirió cobijarse bajo el manto protector del exmandatario español José María Aznar, quien se ha convertido en figura importante de think tanks y empresas internacionales que tratan de implantar políticas liberales y el pensamiento ultraconservador.
Tras el respaldo español al gobierno estadunidense de George W. Bush en la guerra en Irak, Aznar ha sido ampliamente recompensado, ocupando posiciones que le han acarreado un gran poder y vínculos de mucha relevancia en ese entramado de grupos de interés que despliegan la llamada “guerra cultural” por “la libertad” y contra el “populismo” y el “comunismo”.
Por ejemplo, es miembro del selecto consejo asesor internacional del Atlas NetWork, el influyente think tank asociado a la OTAN y para el cual el expresidente español fue designado, en septiembre de 2012, presidente europeo del Transatlantic Task Force on Latin America, cuyo objetivo es “mejorar la relación entre Estados Unidos, Europa y América Latina”.
“Queremos para Latinoamérica lo que queremos para Europa y Estados Unidos”, dijo entonces, “con las mismas prácticas y cultura democráticas y las mismas oportunidades de prosperidad”, para lo que propuso, en un estudio difundido en 2013, la “construcción de instituciones democráticas en la región” y encontrar fórmulas efectivas para “combatir el crimen organizado y el narcoterrorismo”; además hizo hincapié en