NUESTRO VUELO TRASATLÁNTICO A LONDRES, Inglaterra, tenía una sola misión: hacer parte del exclusivo grupo en descubrir la pieza con la cual se celebrarían las primeras seis décadas de James Bond en la pantalla grande: un reloj Omega.
En 60 años, el agente secreto ha cobrado vida gracias a ocho talentosos actores, a través de 25 películas que han sido vistas por varias generaciones, siendo la capital del Reino Unido el lugar por excelencia para reunirlas en una gran celebración a finales de noviembre pasado.
El primer punto de encuentro fue el icónico hotel Rosewood London, una manor house que abrió sus portones de hierro especialmente para disfrutar de un cóctel en su grandioso Mirror Room, con opciones de té, champán y todo tipo de aperitivos… un recibimiento al estilo 007, cuando su protagonista entra a cualquiera de los casinos.
La noche avanza y el suspenso crece. La cena es