ay un dicho menorquín que dice “quu no éS conJ vitat, seu a térra”, (quien no está invitado, se sienta en. En otras culturas, comer sentado en una silla es obsesión. Seguro que no nos es extraña la imagen de gente haciendo trasiego de sillas de su casa a la del vecino para que nadie cene sin silla cuando hay una celebración importante en casa. Se improvisan asientos, nos apretamos para caber todos en la mesa e incluso se comparten sillas. Donde caben dos, se sientan tres. Y de ahí, surge otro dicho popular: “quien se sienta entre dos sillas, da en el suelo con las costillas”. Lejos de las sillas impersonales hechas en cadena, ahora tenemos otras opciones divertidas y duraderas como las de Katira. Un mueble artesano y duradero.
