Es como si la historia se repitiera, la historia de Urbain Le Verrier. El problema es que esta tiene dos finales muy distintos. En 1846, este astrónomo francés mostró unos cálculos matemáticos en los que predecía la existencia de un planeta más allá de Urano. La órbita de este último no cuadraba con lo esperado y sólo podía explicarse si se tenía en cuenta la influencia ejercida por otro cuerpo celeste desconocido.
A partir de los datos de Le Verrier, otro astrónomo, el alemán Johann Gottfried Galle, logró captar un objeto desde el Observatorio de Berlín la noche del 23 al 24 de septiembre de ese mismo año. Era Neptuno, y fue la primera vez que un planeta se descubría antes sobre el papel que atibándolo. Este es uno de los finales de la historia de Le Verrier. El final feliz.
170 años después, en 2016, Mike Brown, astrónomo del Instituto de Tecnología de California (Caltech), en Estados Unidos, y responsable de haber sacado a Plutón del catálogo de planetas del Sistema Solar, publicó junto a su colega Konstantin Batygin un artículo en el que predijo la existencia de otro mundo en los confines de nuestro barrio galáctico. Para Brown era el único modo de explicar las órbitas de los objetos en el llamado cinturón de Kuiper, una región situada a más de 4,500 millones de kilómetros del astro rey. Al igual que sucedió Con Le Verrier, empezó una búsqueda, la del llamado Planeta Nueve. El tiempo se encargará de decirnos si con final feliz o no. “Mi apuesta es que daremos con él antes ele tres años”, vaticina Brown a MUY en una entrevista. Este ha trabajado intensamente desde la publicación de aquel primer ensayo para tratar de elucidar dónde se hallaría ese orbe y cuáles serían sus características.
“Batygin y yo hemos realizado algunas predicciones