Quema de la Biblioteca de Alejandría
48 a. C.
undada por Ptolomeo I Sóter a principios del siglo III a. C., la biblioteca de la ciudad egipcia de Alejandría albergaba las obras más importantes concebidas por el ingenio humano. Se dice que en el siglo II a. C. llegó a contar con unos 900,000 manuscritos. Por eso, su desaparición supuso toda una catástrofe cultural… y quien la inició fue nada menos que Julio César. Este, en el marco de las guerras civiles romanas, mandó lanzar una lluvia de flechas incendiarias sobre los barcos de sus enemigos, fon-deados en el puerto de Alejandría, con tan mala puntería que lo que acabó ardiendo fue gran parte de la mítica biblioteca. Ya en decadencia, sucesivos expolios y ataques -por